Fue
administrador de la Hacienda de La Gorvorana y las aguas de El Burgado entre
1757 y 1778 antes de convertirse en virrey de Nueva España

“Estamos
refiriéndonos a una figura de especial relevancia histórica, padre además de
Bernardo de Gálvez, quien pasó gran parte de su infancia también en nuestro
municipio y le sucedió como virrey de Nueva España y que a la postre logró la
distinción póstuma de ciudadano honorífico de Estados Unidos, título que sólo
ostentan siete personalidades de origen no americano”, apunta el concejal
realejero.
Adolfo
González adelanta que “del acuerdo que se extraiga del próximo pleno de Los
Realejos en este sentido, daremos traslado al vecino Ayuntamiento de Puerto de
la Cruz, municipio para el que también tiene una importante significación la
figura de ambos personajes”.
Recuerda
el edil que en este mismo año ya se colocó una placa conmemorativa a la memoria
de ambas personalidades en la ermita de La Gorvorana, ubicada en Toscal
Longuera y propiedad de la familia realejera Acevedo González. Asimismo Puerto
de la Cruz también les rindió homenaje en la Casa de la Aduana.
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