Este martes se establecieron las pautas para crear los
nuevos estatutos de la entidad y adaptarlos al marco jurídico actual
El Ayuntamiento de Los Realejos acogió este martes, día
20 de marzo, el segundo encuentro de la Junta de la Mancomunidad del Valle en
la presente legislatura tras la cita que mantuvieron a inicios de febrero para
mostrar su conformidad con la reactivación de esta entidad. Reunidos los
alcaldes y tenientes de alcalde de Los Realejos, La Orotava y Puerto de la
Cruz, y actuando sus homólogos de Santa Úrsula como invitados a la cita, se
procedió a establecer el marco estatutario adaptado al marco jurídico actual
sobre el que se asentará la Mancomunidad.
Entre los puntos abordados en el orden del día, se
estableció como sede administrativa de la entidad el municipio que ostente la
presidencia, que recae, en estos momentos en La Orotava en la figura de su
alcalde, Isaac Valencia. La vicepresidencia corresponde al primer edil de Los
Realejos, Manuel Domínguez. Integran la Junta de la Mancomunidad del Valle
además de estos representantes y en calidad de vocales el alcalde de Puerto de
la Cruz, Marcos Brito, su teniente de alcalde, Sebastián Ledesma, y los
tenientes de alcalde de Los Realejos y La Orotava, respectivamente, Adolfo
González, y Francisco Linares.
Se estableció en la reunión que no existirá sede física
ni personal administrativo a cargo de la Mancomunidad del Valle y que se
limitará a ser gestionada por la propia Junta. Este órgano mantendrá reuniones
mensuales que irán rotando por municipios, habiéndose citado para un próximo
encuentro en Puerto de la Cruz el 11 de mayo.
Los tres tenientes de alcalde conformarán una comisión de
trabajo para comenzar a definir los propios estatutos y analizar posibles
proyectos comunes y la gestión de recursos. Además se unirá a ellos un
representante de la localidad de Santa Úrsula, cuya alcaldesa, Milagros Pérez,
manifestó la voluntad de no formar parte directa, aunque sí como invitada a sus
encuentros, de la Mancomunidad el acuerdo plenario de 2006 de su ayuntamiento.
El principal objetivo de este ente supramunicipal es
proponer y tramitar futuros proyectos comunes entre las tres localidades,
pudiendo acceder a subvenciones a las que en este momento no se tiene acceso y
que a medio plazo podrán ser destinadas a posibles servicios mancomunados. Los
dirigentes políticos de Los Realejos, La Orotava y Puerto de la Cruz son
conscientes de que esto requiere de un análisis detallado y concienzudo de la
realidad de cada municipio.
Entre otros acuerdos, se decidió emprender un estudio de
diagnóstico de la situación del desempleo en las tres localidades del Valle de
La Orotava, coordinado entre las tres agencias de Desarrollo Local (ADL)
correspondientes e ir encontrando en la
Mancomunidad “un ente en el que se toma el pulso real de los municipios y se
huye de los planteamientos sobredimensionados del pasado”, según apunta el
alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez. Isaac Valencia manifestó que “el
objetivo no es crear otro ayuntamiento más en el Valle, sino hacer frente común
en proyectos beneficiosos para toda la comarca”.
Aunque por lo pronto no hay cantidad presupuestada por
los tres consistorios que integran la entidad para su funcionalidad, mostraron
su compromiso a elevar en las próximas sesiones plenarias respectivas destinar
una cantidad testimonial para trámites de gestión meramente administrativa. Se
pusieron sobre la mesa posibles proyectos con servicios a mancomunar tales como
depuración de aguas, la regulación de publicidad exterior o temas relacionados
con el servicio público en la comarca, entre otros. En concreto, el
Ayuntamiento de Puerto de la Cruz ofreció un borrador de ordenanza de tasa de
alcantarillado como propuesta a los tres municipios.
Historia de la Mancomunidad
La Mancomunidad del Valle de La Orotava, primera de las
creadas en la isla de Tenerife, fue constituida en 1967 por los ayuntamientos
de La Orotava, Puerto de la Cruz y Los Realejos. Con posterioridad se adhirió
Santa Úrsula. En principio sólo se mancomunaron los servicios de Parque de
Bomberos y la Casa de Socorro, que luego fueron asumidos por el Cabildo de
Tenerife y el Servicio Canario de Salud (SCS), respectivamente.
Aunque sus competencias eran mucho más amplias, este
traspaso arrastró a la entidad a un período de crisis e inactividad. El
Ayuntamiento de Los Realejos abandonó en 1984 la Mancomunidad al considerar que
estaba “vacía de contenidos” y “desfasada”, aunque se reincorporó de nuevo en
2001. Desde entonces se han producido leves intentos de reactivación que no
habían fructificado por falta de consenso. Ahora, con este nuevo mandato, se ha
constituido y reactivado para iniciar una nueva andadura.
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