El gobierno local recibió la visita y una carta
expresa de agradecimiento desde el Colegio Profesional de Educadores y
Educadoras Sociales de Canarias
El
alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, y la concejala de Bienestar Social,
Olga Jorge, recibieron recientemente la visita del presidente del Colegio
Profesional de Educadores y Educadoras Sociales de Canarias (CEESCAN),
Francisco Rodríguez Reyes, quien les mostró el agradecimiento de la entidad que
representa por haber sido el primer ayuntamiento de las islas en convocar una
plaza para este tipo de perfil.
Según el presidente del CEESCAN transmitió al propio alcalde e
igualmente por carta a la concejala de Personal, Noelia González, “hemos de
felicitarle y agradecerle que para la convocatoria para la lista de reserva
para Educadores/as del área de Servicios Sociales se cuente en exclusividad con
los educadores y educadoras sociales y aquellas personas habilitadas en esta
profesión”. Agregó que “esto es un acontecimiento histórico en Canarias, siendo
el primer Ayuntamiento del archipiélago que hace convocatoria de empleo
realizando esta reserva de funciones propias de nuestra profesión”.
Domínguez valoró que “estos profesionales están cualificados para
desarrollar la intervención socio educativa en ámbitos tan diversos como el
propio CEESCAN viene defendiendo, la infancia, la adolescencia, la familia, la
discapacidad, el colectivo de mayores, entre otros”. En este sentido el
presidente de la entidad indicó que “satisface encontrar administraciones
públicas como la suya que hacen una apuesta por garantizar los derechos de los
ciudadanos realizando proyectos de este calado con profesionales adecuados para
su desarrollo”.
Para el CEESCAN, “lo cotidiano de la educación social como profesión
consiste en acompañar a las personas a desarrollarse lo más plenamente posible
en el mundo social, y en el caso de las personas en desventaja social, con más
ahínco”. En este sentido apuntan que la educación social tiene la doble misión
de transformar realidades sociales apoyando a las personas para que sean las
protagonistas y empoderar a aquellas que han perdido sus derechos para que
puedan llegar a ser autónomas y responsables de su vida.
Consideran que todo ello se logra “proporcionando una serie de
servicios y recursos socieducativos al conjunto de la sociedad, de la comunidad
y de las personas” y entienden que “la profesión de educación social posee
necesariamente una dimensión política, teniendo como misión principal el
respeto de los derechos humanos y contemplando un horizonte de valores de mayor
justicia social, igualdad, libertad y responsabilidad”.
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