El rigor económico y unos presupuestos estratégicos han propiciado poner al día la ejecución de facturas pendientes y eliminar tensiones de tesorería
El equipo de gobierno de Los Realejos, que dirige el alcalde, Manuel Domínguez, ha puesto de manifiesto con los datos preliminares del cierre contable de su primer ejercicio al completo, el de 2012, la buena salud financiera y económica de la que goza su Ayuntamiento, en una coyuntura en la que la tendencia de gran parte de las administraciones públicas es totalmente inversa.
Con la llegada del primer edil al consistorio realejero y tras su experiencia en las labores de gestión económica como concejal del área de Hacienda entre 2003 y 2007, Manuel Domínguez se afanó en la tarea de desarrollar, “en base al rigor económico y a la planificación de unos presupuestos estratégicos, sin parches y sin gastar más de lo que se tiene”, un trabajo complementario de depuración y especial seguimiento a aquellas facturas pendientes de pago o resolución, alguna de ellas con una antigüedad de más de ocho años.
El alcalde de Los Realejos, quien destaca el “buen trabajo del concejal del área económica, Manuel Rodríguez, y el equipo técnico”, señala que “había que cancelar esas deudas para evitar incertidumbres financieras presentes y futuras, además de darse la circunstancia de que en muchos casos la identidad de los proveedores correspondía a empresas del propio municipio con sus particulares tensiones de liquidez que se acrecentaban con su Ayuntamiento como deudor”.
“Hoy podemos decir abiertamente que cada factura de deuda contraída con este Ayuntamiento registrada antes del 31 de diciembre de 2012 se encuentra ya tramitada, o bien resuelta, pagada o con al menos su trámite contable iniciado, siendo la primera vez en la historia de este consistorio que se consigue tal resultado en la actividad económica”, añade el edil.
Según estos datos, se permite afrontar al Ayuntamiento de Los Realejos un futuro económico con relativa solvencia y sin poner en riesgo los requisitos de la estabilidad presupuestaria que marca el Estado, todo ello además sin necesidad de acogerse al plan de pago a proveedores impulsado por el Ministerio de Hacienda.
En 2013 se pretende mantener el mismo rigor en el gasto, con mucha disciplina y un estricto cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, desarrollando todas las herramientas y mecanismos al alcance de la corporación local para hacer frente al pago de sus obligaciones en el plazo de 30 días que exige la normativa vigente.
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